Otra historia
Esta historia que te escribo hoy, no es mi historia, es la historia de otros tiempos, tiempos de desolación y silencios, tiempos de violencia y suplicios, tiempos de miedo y soledades.
Esta historia que te cuento es una historia de olvidos en un mundo desierto, sobre poblado de mentes prisioneras en conglomerados grises, ausentes de colores y calores, tiempos de guerras, tiempos de ganar y perder, más de muerte que de vida, más de uno que de todos.
Era un tiempo muy parecido al ahora, pero estábamos ausentes, estábamos dormidos y perdidos, estábamos sin estar, como marionetas de sangre y huesos, como títeres del horror, los tiempos de la sequía, los de seres mutilados de corazón, los de hombres sin emoción, los tiempos de la supervivencia, del poder y la corrupción.
Esta historia que llevamos escondida en nuestros códigos, códigos de otros tiempos, tiempos en los que la lucha era incesante y mortal, tiempos en los que no había civilización posible, tiempos de armas y de ciencia, tiempos de involución sin revolución, tiempos de penares y pesares, tiempos sin libertad, tiempos sin aire.
Esta historia no es mi historia, esta es otra historia.
Esta es una historia de tiempos demasiado cercanos que no conocían de paz, tiempos que desconozco en mis sueños, que es donde nacen mis historias.
Esta historia no es mi historia, es simplemente la historia de un tiempo que vengo a contar, porque aquí se sueña y se siente, se vive y se ríe; porque aquí los colores dan calor, porque las personas aquí saben emocionarse y el corazón nos marca el pulso y el paso; porque aquí no cesa la música y las miradas lucen curiosas e inquietas, aquí, donde mi historia es mía, el sol brilla y la lluvia sacia, aquí, donde nacen mis sueños, donde vive mi ser, aquí... ahora, la paz es, y el amor ha dejado de ser un sueño de tontos y poetas. Es justamente aquí donde yacen mis historias, y es justamente en mis historias donde me gusta ser.
Pero esta es otra historia.
Esta historia que te cuento es una historia de olvidos en un mundo desierto, sobre poblado de mentes prisioneras en conglomerados grises, ausentes de colores y calores, tiempos de guerras, tiempos de ganar y perder, más de muerte que de vida, más de uno que de todos.
Era un tiempo muy parecido al ahora, pero estábamos ausentes, estábamos dormidos y perdidos, estábamos sin estar, como marionetas de sangre y huesos, como títeres del horror, los tiempos de la sequía, los de seres mutilados de corazón, los de hombres sin emoción, los tiempos de la supervivencia, del poder y la corrupción.
Esta historia que llevamos escondida en nuestros códigos, códigos de otros tiempos, tiempos en los que la lucha era incesante y mortal, tiempos en los que no había civilización posible, tiempos de armas y de ciencia, tiempos de involución sin revolución, tiempos de penares y pesares, tiempos sin libertad, tiempos sin aire.
Esta historia no es mi historia, esta es otra historia.
Esta es una historia de tiempos demasiado cercanos que no conocían de paz, tiempos que desconozco en mis sueños, que es donde nacen mis historias.
Esta historia no es mi historia, es simplemente la historia de un tiempo que vengo a contar, porque aquí se sueña y se siente, se vive y se ríe; porque aquí los colores dan calor, porque las personas aquí saben emocionarse y el corazón nos marca el pulso y el paso; porque aquí no cesa la música y las miradas lucen curiosas e inquietas, aquí, donde mi historia es mía, el sol brilla y la lluvia sacia, aquí, donde nacen mis sueños, donde vive mi ser, aquí... ahora, la paz es, y el amor ha dejado de ser un sueño de tontos y poetas. Es justamente aquí donde yacen mis historias, y es justamente en mis historias donde me gusta ser.
Pero esta es otra historia.