Pensamientos cotidianos 6
En medio de este trajín ordinario nos llenamos de cosas pensando que lo volveremos extraordinario algún día, algún día que no llega nunca, porque mañana...
Y así van pasando los años, nada nuevo hasta aquí, no alcanza, nada es suficiente, nos venden una vida llena de objetos con el objetivo de hacernos la vida más fácil, con la ilusión de encontrar en ellos la felicidad, la satisfacción, el progreso, el éxito, hasta los conceptos nos venden, empaquetados con moño y todo, no necesitamos ni si quiera preguntarnos qué es qué, porque ya alguien se ocupó de elaborar una respuesta convincente para cada cosa, y lo peor es que se nos olvida dudar.
Es sabido que la duda es el camino al conocimiento, es un camino de búsqueda interior, pero intrascendente para los tiempos que corren, porque eso no te ayuda a cambiar el coche, a comprar un smartphone de última generación o a pagar las cuentas, hoy el camino al éxito pasa seguramente por la economía, porque el sentido de la vida para muchos se acerca al poseer, dejando de lado la posibilidad de ser, el sistema nos impone descaradamente la creencia de ser lo que se posee, con esa tan falsa ilusión de ser propietarios de algo más que de nosotros mismos, y ni si quiera.
El progreso nos afanó lo esencial y lo que más nos cuesta es la extraordinaria capacidad de encontrarnos a nosotros mismos y estar dispuestos al encuentro sincero con el otro.
Y así van pasando los años, nada nuevo hasta aquí, no alcanza, nada es suficiente, nos venden una vida llena de objetos con el objetivo de hacernos la vida más fácil, con la ilusión de encontrar en ellos la felicidad, la satisfacción, el progreso, el éxito, hasta los conceptos nos venden, empaquetados con moño y todo, no necesitamos ni si quiera preguntarnos qué es qué, porque ya alguien se ocupó de elaborar una respuesta convincente para cada cosa, y lo peor es que se nos olvida dudar.
Es sabido que la duda es el camino al conocimiento, es un camino de búsqueda interior, pero intrascendente para los tiempos que corren, porque eso no te ayuda a cambiar el coche, a comprar un smartphone de última generación o a pagar las cuentas, hoy el camino al éxito pasa seguramente por la economía, porque el sentido de la vida para muchos se acerca al poseer, dejando de lado la posibilidad de ser, el sistema nos impone descaradamente la creencia de ser lo que se posee, con esa tan falsa ilusión de ser propietarios de algo más que de nosotros mismos, y ni si quiera.
El progreso nos afanó lo esencial y lo que más nos cuesta es la extraordinaria capacidad de encontrarnos a nosotros mismos y estar dispuestos al encuentro sincero con el otro.