De soltar hablamos...
Soltar dicen todos, como si fuera una decisión criteriosa y consciente, voluntaria y medida que el corazón dispone y la mente acata sin chistar... Soltar...
Deberíamos soltar todo aquello que nos duele, hasta el propio y mismísimo duelo. Dolor, pena, sufrimiento, personas incómodas, relaciones nocivas, toxicidad en los hábitos y sentimientos, emociones, pensamientos, todo... Soltar!
Y ¿Quién te dice cómo?
Todos hablamos de los por qué, pero no de la forma en la que logramos exorcizarnos de aquello que nos amarra cotidianamente al sufrimiento. Uso la palabra sufrimiento, no con afán de victimizar, si no por la necesidad de definir lingüisticamente eso que nos ata, eso que provoca en nosotros la necesidad de soltar, sea cual fuere la situación...
Yo suelo soltar escribiendo, suelto rabias, acontecimientos, dolores, frustraciones, sensaciones, emociones, opiniones, suelto escribiéndolo todo, y quienes me conocen lo saben, ya no se espantan, o si (y tendrán que soltar su prejuicio).
Hoy necesito soltar, de alguna forma, desprenderme, enajenarme de lo que me está pasando, nada grave, y no hay mal que por bien no venga, ni que dure cien años, y si una puerta se cierra, y que el árbol no te tape el bosque y que ... bueno ya sabemos todos esos dichos tontos que nos retumban en la memoria, y que tan tontos no son.
Hoy necesito soltar y concentrarme en lo que me hace bien, en quienes me hacen bien, o al menos me son indiferentes, y en lo que hago bien.
Esto de soltar, a mi en principio me suena más a tapar, disfrazar, disimular, hasta que el tiempo, que todo lo corroe, te invita a olvidar, pero ¿soltar?, ¿así voluntariamente?, ¿conscientemente?
¡Hay que discapacidad la mía! No me sale bien soltar, pero soy bastante buena en hacer que otros me suelten, debe ser otro acto de bondad, lo se, no es gracioso, es solo algo de sarcasmo, algo en lo que también soy buena.
¿Dónde te voy a soltar si no en mis letras, que es lo que mejor me sale hacer?... cuadernos enteros (escritos en noches en los que el sueño y los sueños se van a pasear) de letras encimadas en el intento de desatar amarras que me hunden en una realidad mal percibida o mal parida, que si no me ayudaran a soltar al menos sirven de descarga y te aseguro, se alivia...
Como fuere, a la larga, se desatan, será que se cansan del disfraz, será que de tanto tapar se sepultan en olvidos, que de tanto fingir nos come el personaje, no lo se, pero funciona.
Escribir funciona en el proceso de soltar. A mi me funciona. Yo lo escribo y entre letras y lágrimas, suelto... A veces bien, otras no tanto, pero al final, si de soltar hablamos, no lo hacemos de repente, no seremos muy conscientes, pero de a poquito, como globos de helio, lo que se suelta, se va...
Deberíamos soltar todo aquello que nos duele, hasta el propio y mismísimo duelo. Dolor, pena, sufrimiento, personas incómodas, relaciones nocivas, toxicidad en los hábitos y sentimientos, emociones, pensamientos, todo... Soltar!
Y ¿Quién te dice cómo?
Todos hablamos de los por qué, pero no de la forma en la que logramos exorcizarnos de aquello que nos amarra cotidianamente al sufrimiento. Uso la palabra sufrimiento, no con afán de victimizar, si no por la necesidad de definir lingüisticamente eso que nos ata, eso que provoca en nosotros la necesidad de soltar, sea cual fuere la situación...
Yo suelo soltar escribiendo, suelto rabias, acontecimientos, dolores, frustraciones, sensaciones, emociones, opiniones, suelto escribiéndolo todo, y quienes me conocen lo saben, ya no se espantan, o si (y tendrán que soltar su prejuicio).
Hoy necesito soltar, de alguna forma, desprenderme, enajenarme de lo que me está pasando, nada grave, y no hay mal que por bien no venga, ni que dure cien años, y si una puerta se cierra, y que el árbol no te tape el bosque y que ... bueno ya sabemos todos esos dichos tontos que nos retumban en la memoria, y que tan tontos no son.
Hoy necesito soltar y concentrarme en lo que me hace bien, en quienes me hacen bien, o al menos me son indiferentes, y en lo que hago bien.
Esto de soltar, a mi en principio me suena más a tapar, disfrazar, disimular, hasta que el tiempo, que todo lo corroe, te invita a olvidar, pero ¿soltar?, ¿así voluntariamente?, ¿conscientemente?
¡Hay que discapacidad la mía! No me sale bien soltar, pero soy bastante buena en hacer que otros me suelten, debe ser otro acto de bondad, lo se, no es gracioso, es solo algo de sarcasmo, algo en lo que también soy buena.
¿Dónde te voy a soltar si no en mis letras, que es lo que mejor me sale hacer?... cuadernos enteros (escritos en noches en los que el sueño y los sueños se van a pasear) de letras encimadas en el intento de desatar amarras que me hunden en una realidad mal percibida o mal parida, que si no me ayudaran a soltar al menos sirven de descarga y te aseguro, se alivia...
Como fuere, a la larga, se desatan, será que se cansan del disfraz, será que de tanto tapar se sepultan en olvidos, que de tanto fingir nos come el personaje, no lo se, pero funciona.
Escribir funciona en el proceso de soltar. A mi me funciona. Yo lo escribo y entre letras y lágrimas, suelto... A veces bien, otras no tanto, pero al final, si de soltar hablamos, no lo hacemos de repente, no seremos muy conscientes, pero de a poquito, como globos de helio, lo que se suelta, se va...
