Desaprender
Lo aprendí de mi viejo eso de que "primero hay que cumplir con las obligaciones".
Gringo, laburante y responsable, sobre todo lo último, sin descuidar lo anterior, aprendí que más vale pagá tus impuestos pero no comas, hacete cargo de tus errores, cumplí con tus obligaciones y después veremos de que tenemos ganas... aprendimos todo mal viejo!!
Me olvidé de preguntarte antes de que te nos fueras de este plano, si había algo de qué estuvieras arrepentido, seguramente me habrías respondido que no la disfrutaste lo suficiente, la vida, digo... siempre corriendo atrás de las obligaciones hasta que la parca te arrancó el alma con apenas 54 años. Bueno, no estoy del todo segura que esa hubiera sido tu respuesta, porque siempre fuiste tan ejemplar en tu conducta, pero te culpo de haberme transmitido la gringada de esa forma, y te hago responsable por cada minuto de vida que la obligación le ganó al placer, y el deber le quitó al querer. Si, te culpo sin culpa, y necesito un culpable de lo que corre en mis venas, y si, aunque te perdoné hace tanto, que ya ni importancia tiene, pero ahí está la raíz de lo que quiero y debo extirpar de mi herencia antes que sea demasiado tarde, así, como te pasó a vos, que te fuiste cumpliendo con todos los deberes hasta el último momento, no, si hasta querían que cumplieras con el papelerío, para no dejarnos líos, como si uno pudiera cumplir hasta con eso, gambeteando el imprevisto momento del adiós.
Lo aprendí de vos, lo de honorable y el nombre limpio, y ya quisiera yo a veces, no haber aprendido nada, vivir sin culpas ni buscar culpables, pero no me sale, lo gringo lo llevo en la sangre, esa que busqué mezclar con alguien tan honorable, responsable y gringo como vos.
¿Cómo te explico viejo?... Heredé lo de honorable, y este mes no me alcanza para el gas.
Gringo, laburante y responsable, sobre todo lo último, sin descuidar lo anterior, aprendí que más vale pagá tus impuestos pero no comas, hacete cargo de tus errores, cumplí con tus obligaciones y después veremos de que tenemos ganas... aprendimos todo mal viejo!!
Me olvidé de preguntarte antes de que te nos fueras de este plano, si había algo de qué estuvieras arrepentido, seguramente me habrías respondido que no la disfrutaste lo suficiente, la vida, digo... siempre corriendo atrás de las obligaciones hasta que la parca te arrancó el alma con apenas 54 años. Bueno, no estoy del todo segura que esa hubiera sido tu respuesta, porque siempre fuiste tan ejemplar en tu conducta, pero te culpo de haberme transmitido la gringada de esa forma, y te hago responsable por cada minuto de vida que la obligación le ganó al placer, y el deber le quitó al querer. Si, te culpo sin culpa, y necesito un culpable de lo que corre en mis venas, y si, aunque te perdoné hace tanto, que ya ni importancia tiene, pero ahí está la raíz de lo que quiero y debo extirpar de mi herencia antes que sea demasiado tarde, así, como te pasó a vos, que te fuiste cumpliendo con todos los deberes hasta el último momento, no, si hasta querían que cumplieras con el papelerío, para no dejarnos líos, como si uno pudiera cumplir hasta con eso, gambeteando el imprevisto momento del adiós.
Lo aprendí de vos, lo de honorable y el nombre limpio, y ya quisiera yo a veces, no haber aprendido nada, vivir sin culpas ni buscar culpables, pero no me sale, lo gringo lo llevo en la sangre, esa que busqué mezclar con alguien tan honorable, responsable y gringo como vos.
¿Cómo te explico viejo?... Heredé lo de honorable, y este mes no me alcanza para el gas.