Tiempos difíciles
Tiempos difíciles son los que acarrean cambios, porque por naturaleza nos oponemos a ellos, pero es también por naturaleza que los cambios advienen, nos guste o no.
El agua que se estanca se pudre, así pasa con todo.
Ningún paisaje permanece intacto si nos movemos, eso pasa solo en las fotos que son meras representaciones del instante, pero los instantes también se mueven, siempre hacia adelante, como debería pasarnos a nosotros, y uno se pregunta, ¿por qué no siempre sucede de esa forma?¿por qué será que a veces sentimos que retrocedemos? Será que vivimos en le pasado, presos de recuerdos y memorias, como si nos pasáramos los días mirando fotos de nuestras propias vidas.
Bienvenidos los cambios, por dolorosos que sean, necesarios, nos demuestran que vamos hacia adelante, que todavía somos capaces de adaptarnos a lo nuevo, a lo desconocido, aunque lo desconocido no sea de lo más agradable, no importa, porque todo pasa, como pasamos nosotros, te lo aseguro, que con el tiempo, nosotros también habremos pasado...
Podemos avanzar con resentimiento, lo que dificultaría sin duda la adaptación y la fluidez en nuestras vidas, podemos anclarnos en el pasado, pero sería demasiado doloroso, imaginate el cuerpo intentando avanzar, manteniéndonos atados de alguna de las extremidades, que horror, estaríamos todo el tiempo intentando soltarnos, con dolores permanentes en las muñecas o tobillos (ahhh) y al final, solo lograríamos herirnos. ¿Te suena?
Cambiar si o si, porque si bien somos en esencia la persona que somos, vamos creciendo, y en ese crecimiento, cambiamos de estilo, de opinión, de creencias, de gustos, de pensamientos, de deseos, de caminos. Solo pensar cómo sería si pensáramos o creyéramos lo que a los 14 años... o a los 20, no cabe en ninguna cabeza ( a menos que tengas 14 o 20 años) para mí que voy corriendo a los 46, te digo, es imposible imaginarme, con el inmenso caudal de agua que ha pasado bajo el puente, pensando, sintiendo, o creyendo aún en lo que creía, pensaba, o sentía hace 25 años atrás.
Pero hay épocas en la vida que parecen situarte en el ojo del tornado, y uno no termina de adaptarse a un cambio que le viene otro, y otro, y otro... y lo que cuesta es no perderse en la tormenta, pero cuando ésta pasa, cuando por fin llega la calma, cuando logramos aquietarnos y reconocernos, entonces si, las cosas comienzan a cobrar sentido...
Tiempos difíciles, algunos.
En eso estoy.
Gracias!
El agua que se estanca se pudre, así pasa con todo.
Ningún paisaje permanece intacto si nos movemos, eso pasa solo en las fotos que son meras representaciones del instante, pero los instantes también se mueven, siempre hacia adelante, como debería pasarnos a nosotros, y uno se pregunta, ¿por qué no siempre sucede de esa forma?¿por qué será que a veces sentimos que retrocedemos? Será que vivimos en le pasado, presos de recuerdos y memorias, como si nos pasáramos los días mirando fotos de nuestras propias vidas.
Bienvenidos los cambios, por dolorosos que sean, necesarios, nos demuestran que vamos hacia adelante, que todavía somos capaces de adaptarnos a lo nuevo, a lo desconocido, aunque lo desconocido no sea de lo más agradable, no importa, porque todo pasa, como pasamos nosotros, te lo aseguro, que con el tiempo, nosotros también habremos pasado...
Podemos avanzar con resentimiento, lo que dificultaría sin duda la adaptación y la fluidez en nuestras vidas, podemos anclarnos en el pasado, pero sería demasiado doloroso, imaginate el cuerpo intentando avanzar, manteniéndonos atados de alguna de las extremidades, que horror, estaríamos todo el tiempo intentando soltarnos, con dolores permanentes en las muñecas o tobillos (ahhh) y al final, solo lograríamos herirnos. ¿Te suena?
Cambiar si o si, porque si bien somos en esencia la persona que somos, vamos creciendo, y en ese crecimiento, cambiamos de estilo, de opinión, de creencias, de gustos, de pensamientos, de deseos, de caminos. Solo pensar cómo sería si pensáramos o creyéramos lo que a los 14 años... o a los 20, no cabe en ninguna cabeza ( a menos que tengas 14 o 20 años) para mí que voy corriendo a los 46, te digo, es imposible imaginarme, con el inmenso caudal de agua que ha pasado bajo el puente, pensando, sintiendo, o creyendo aún en lo que creía, pensaba, o sentía hace 25 años atrás.
Pero hay épocas en la vida que parecen situarte en el ojo del tornado, y uno no termina de adaptarse a un cambio que le viene otro, y otro, y otro... y lo que cuesta es no perderse en la tormenta, pero cuando ésta pasa, cuando por fin llega la calma, cuando logramos aquietarnos y reconocernos, entonces si, las cosas comienzan a cobrar sentido...
Tiempos difíciles, algunos.
En eso estoy.
Gracias!