La foto
La imagen que nos sacude pero que también olvidaremos...
El mundo horrorizado por la foto de un niño tumbado, y ojalá fuera en su cuna, pero no, el yace tumbado en una playa, arrastrado hasta allí por la marea y las corrientes, muerto, víctima de la infamia, no es para menos, aterra y se conjuga con esa necesidad de morbo que cada vez más, parece alimentar a la humanidad hasta doler no solo el alma, si no también el cuerpo de tanto espanto... Hace demasiados años que estas cosas suceden a diario, si el Mar Mediterráneo hablara, si hablara el Mar del Caribe y si las lineas fronterizas fueran renglones, serían de esos en los que se truncan las historias en lugar de ser contadas, aún así no podríamos dimensionar el horror, el espanto, y el dolor de cada vida perdida en el intento de, no digo un futuro mejor, digo tan solo la esperanza de un mañana.
Las grandes potencias financian las guerras del petroleo y el hambre, invaden, saquean, aniquilan, desbastan y pretenden que el hombre aguante inmóvil en "su" tierra anulando el natural instinto de supervivencia, porque si, porque la suerte quiso que nacieras aquí y no allá... El mundo globalizado a la merced de los caprichos y la conveniencia de los poderosos.
Mañana los noticieros volverán a contar historias de naufragios, de esperanzas derrocadas, de exilio, muerte y dolor, de travesías imposibles, de destierros inconclusos, de inmigrantes ilegales, y ya nos habremos acostumbrado a ello.
La humanidad... creo que o nos equivocamos en el significado de la palabra, o bien, estamos haciendo todo para el orto.
Dios nos ampare de nosotros mismos.
El mundo horrorizado por la foto de un niño tumbado, y ojalá fuera en su cuna, pero no, el yace tumbado en una playa, arrastrado hasta allí por la marea y las corrientes, muerto, víctima de la infamia, no es para menos, aterra y se conjuga con esa necesidad de morbo que cada vez más, parece alimentar a la humanidad hasta doler no solo el alma, si no también el cuerpo de tanto espanto... Hace demasiados años que estas cosas suceden a diario, si el Mar Mediterráneo hablara, si hablara el Mar del Caribe y si las lineas fronterizas fueran renglones, serían de esos en los que se truncan las historias en lugar de ser contadas, aún así no podríamos dimensionar el horror, el espanto, y el dolor de cada vida perdida en el intento de, no digo un futuro mejor, digo tan solo la esperanza de un mañana.
Las grandes potencias financian las guerras del petroleo y el hambre, invaden, saquean, aniquilan, desbastan y pretenden que el hombre aguante inmóvil en "su" tierra anulando el natural instinto de supervivencia, porque si, porque la suerte quiso que nacieras aquí y no allá... El mundo globalizado a la merced de los caprichos y la conveniencia de los poderosos.
Mañana los noticieros volverán a contar historias de naufragios, de esperanzas derrocadas, de exilio, muerte y dolor, de travesías imposibles, de destierros inconclusos, de inmigrantes ilegales, y ya nos habremos acostumbrado a ello.
La humanidad... creo que o nos equivocamos en el significado de la palabra, o bien, estamos haciendo todo para el orto.
Dios nos ampare de nosotros mismos.
