Cómo te explico?
No aferrarse a nada, dicen por ahí, y yo coincido a veces, cuando lo pienso bien, con la mente fría y el corazón desentendido.
No aferrarse a lo material, ni a lo inmaterial, es casi lo mismo que decir: no seas prisionero de nada ni de nadie, porque aferrarse es atarse, es condicionarse por lo que es externo a nosotros, y la cosa debería ser al revés, que todo sea condicionado por nuestro ser, lo que no implica un utilitarismo desalmado, sino por el contrario, una libertad amorosa y sincera, y ahí si que se pone difícil la cosa, porque elegimos mucho más ego que ser, y ese es el núcleo de la cuestión.
El ego busca satisfacción, cuando el ser busca realización. Podés ver la diferencia?
Cómo sería amar sin poseer?
Cómo te sentirías si amaras siendo completamente libre?
Cómo te ves poniendo la intención en el lugar de las expectativas?
Cómo ser incondicional en el día a día?
Preguntitas poco profundas, no?
Y la respuesta es mucho mas simple de lo que creemos, viviendo solo el momento presente, reconociendo que el otro es parte de uno, siendo conscientes de que el daño que causamos es el daño que sufrimos, y de la misma forma, el bien que hacemos es el que nos hacemos, y no importa a quien, lo que repudiamos es lo que más nos duele de nosotros mismos, lo que rechazamos es lo que en realidad necesitamos integrar y sanar... Para pensar.
Cómo querríamos cambiar al mundo, si primero no cambiamos nuestro mundo interior? Somos el proyector (como los de los cines) de nuestro pensamiento, somos los creadores de nuestras realidades, somos los responsables de lo que pasa a nuestro derredor, somos el mundo que necesitamos cambiar, y arrancamos cambiándolo desde nuestro interior, prestando atención a lo que proyectamos fuera, reconociendo nuestro poder creativo y responsabilizándonos de ello. Sabiendo que la mente no distingue entre miedos y deseos, dando por seguro que los proyectará a todos con igual intensidad, uno empieza a prestar cierta atención y a priorizar pensamientos de amor, hasta integrarlos. (tarea para el hogar)
El otro día veía un video de esos motivadores y el orador decía:"Si cabe en tu mente, cabe en tu mundo", y si...
La mente manda, el tema es, ¿Qué manda tu mente?
Y si pensás que no sabés la respuesta, lo que te aconsejo es, que veas lo que hay al rededor tuyo, eso es lo que antes de proyectarse ocupó tus pensamientos.
Si te parece que es el perro que se muerde la cola, es cierto, pero también es cierto que el perro es cada uno de nosotros, y de nosotros depende seguir mordiéndonos la cola, o no.
No aferrarse a lo material, ni a lo inmaterial, es casi lo mismo que decir: no seas prisionero de nada ni de nadie, porque aferrarse es atarse, es condicionarse por lo que es externo a nosotros, y la cosa debería ser al revés, que todo sea condicionado por nuestro ser, lo que no implica un utilitarismo desalmado, sino por el contrario, una libertad amorosa y sincera, y ahí si que se pone difícil la cosa, porque elegimos mucho más ego que ser, y ese es el núcleo de la cuestión.
El ego busca satisfacción, cuando el ser busca realización. Podés ver la diferencia?
Cómo sería amar sin poseer?
Cómo te sentirías si amaras siendo completamente libre?
Cómo te ves poniendo la intención en el lugar de las expectativas?
Cómo ser incondicional en el día a día?
Preguntitas poco profundas, no?
Y la respuesta es mucho mas simple de lo que creemos, viviendo solo el momento presente, reconociendo que el otro es parte de uno, siendo conscientes de que el daño que causamos es el daño que sufrimos, y de la misma forma, el bien que hacemos es el que nos hacemos, y no importa a quien, lo que repudiamos es lo que más nos duele de nosotros mismos, lo que rechazamos es lo que en realidad necesitamos integrar y sanar... Para pensar.
Cómo querríamos cambiar al mundo, si primero no cambiamos nuestro mundo interior? Somos el proyector (como los de los cines) de nuestro pensamiento, somos los creadores de nuestras realidades, somos los responsables de lo que pasa a nuestro derredor, somos el mundo que necesitamos cambiar, y arrancamos cambiándolo desde nuestro interior, prestando atención a lo que proyectamos fuera, reconociendo nuestro poder creativo y responsabilizándonos de ello. Sabiendo que la mente no distingue entre miedos y deseos, dando por seguro que los proyectará a todos con igual intensidad, uno empieza a prestar cierta atención y a priorizar pensamientos de amor, hasta integrarlos. (tarea para el hogar)
El otro día veía un video de esos motivadores y el orador decía:"Si cabe en tu mente, cabe en tu mundo", y si...
La mente manda, el tema es, ¿Qué manda tu mente?
Y si pensás que no sabés la respuesta, lo que te aconsejo es, que veas lo que hay al rededor tuyo, eso es lo que antes de proyectarse ocupó tus pensamientos.
Si te parece que es el perro que se muerde la cola, es cierto, pero también es cierto que el perro es cada uno de nosotros, y de nosotros depende seguir mordiéndonos la cola, o no.
